Antiguo Monasterio Franciscano de Nuestra Señora de Guadalupe y San Pablo - Adeje

Según una bula papal de 1486, los Reyes Católicos habían recibido permiso del Papa Inocencio VIII para fundar los monasterios y conventos religiosos que consideraran necesarios en el Reino de Granada y las Islas Canarias, a cambio de los ingresos necesarios.

Casi dos siglos después, el 10 de agosto de 1679, se fundó en Adeje un monasterio bajo la protección de Nuestra Señora de Guadalupe y San Pablo, por iniciativa de Juan Bautista de Ponte Fonte y Pagés, primer marqués de Adeje. Fue fundada con ocho o nueve religiosos de la orden franciscana y fue la decimonovena de la provincia.

En 1802 sólo quedaban tres hermanos y un laico. Tras su exclaustración en 1835, el edificio fue derribado paulatinamente a partir de principios de este siglo y reconvertido en ayuntamiento . Hoy en día se conserva la antigua iglesia del monasterio, que fue adquirida por este ayuntamiento en 1988. En 1991 fue restaurada y en mayo de 1995 se abrió al público como Salón de Actos Nobles. Desde entonces, el Ayuntamiento de Adeje lo utiliza para eventos solemnes o importantes como bodas civiles, inauguración de la universidad de verano o conciertos de música clásica.

Declarado Bien de Interés Cultural en 1986 con la categoría de Monumento.

Hoy en día sigue en pie lo que fue la iglesia del monasterio, adquirida por este ayuntamiento en 1988. Con el tiempo ha tenido diversos usos, como posada para una compañía de soldados , almacén de tomates y escuela secundaria. En 1991 fue restaurado y abierto al público en mayo de 1995 como Museo de Arte Sacro.

La iglesia tiene una nave principal y una capilla mayor a la que se accede a través de un arco triunfal de piedra sostenido por columnas del mismo material, rematadas con capiteles corintios y rematadas por un entablamento barroco. Destaca el artesonado de la nave y el coro, de estilo mudéjar , aunque este último es más rico y muy similar al de la Iglesia de Santa Úrsula. En el exterior, sobre la puerta principal de acceso a la calle, destaca el escudo de Juan Bautista de Ponte Fonte y Pagés , realizado en mármol y enmarcado por un artesonado barroco.

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